El más liviano de todos los metales, el litio, se encuentra en grandes cantidades en nuestro país en los salares de altura de la Puna jujeña. Para su extracción, se arman campos de perforación donde, a través de un sistema de bombeo, se extraen de los salares grandes cantidades de agua salada con litio. Dicha agua es depositada en piletas de evaporación y concentración. Allí, el agua es evaporada por la radiación solar y el viento. Lo que queda, la salmuera, ingresa a un proceso del que se obtiene carbonato de litio.
Los salares son reservas de agua dulce importantísimas para la vida y la biodiversidad de la región que se ven impactados por la extracción de sus grandes cantidades de agua para obtener el litio. El agua se agota. La vida animal y vegetal corre grave peligro de extinción. Se reduce el agua para el consumo humano y se afecta la supervivencia de los habitantes de esas regiones centrada en la ganadería y en la agricultura.
Sin embargo, la lucha contra el cambio climático necesita del litio: las baterías que almacenan energías renovables también lo utilizan. Y sin duda, reemplazar los autos que emplean naftas (combustibles fósiles, unos de los causantes del deterioro del planeta) por los eléctricos, que cuidan el medio ambiente, es algo muy bueno…
Por eso es hora de que los líderes del mundo se pregunten si es posible una extracción de litio sustentable y debatan sobre la necesidad de extraer minerales que sumen al urgente rescate de la Tierra de los grandes problemas que la aquejan o si solo seguirán extrayéndose, mientras se destruye la naturaleza y se genera más pobreza y desigualdad, para twittear y wassapear en un mundo donde hay más personas con celulares que con acceso a inodoros y a agua potable?
Para saber más
Hoy en el mundo se producen 200.000 toneladas de litio al año, y para 2050 se estima que se necesitarán cinco millones de toneladas. ¿Cómo se responderá a esa demanda? ¿Cómo se considerará la voz de las comunidades locales para ello? ¿Se la considerará? ¿Se escuchará también aquí el grito de la Tierra?
Es fundamental que esta realidad se afronte y se revea si la minería puede ser sustentable; que se hagan leyes que regulen el sistema y que se cumplan.
Porque en la Argentina, el daño de la extracción minera ya es grave. El más relevante de todos es la megaminería del oro: las minas Veladero en San Juan, y Cerro Negro y Cerro Vanguardia, en Santa Cruz, aportan más del 70% de la producción argentina de oro. La mina a cielo abierto Veladero, perteneciente a la canadiense Barrick Gold, se ubica entre las 10 minas de oro más grandes del mundo. En los últimos años fue noticia por sus derrames de cianuro.
Todo el proceso para la extracción del mineral es altamente destructivo: se vuelan montañas y cerros enteros con explosivos, se necesita mucha agua, se emplean muchos químicos como cianuro, mercurio o ácido sulfúrico, se consume gran cantidad de energía. Y todo para ganancia de unos pocos exportadores del metal. Además, su impacto puede contaminar el agua para siempre.
.
Debatan por pequeños grupos, o en familia, las preguntas que se hace el texto sobre el litio y para qué se usa.
Averiguá: ¿Cuánta reserva de agua dulce tiene el planeta? ¿Es lo mismo agua dulce que agua potable?
Leé con atención el texto, consulta por las palabras que no entiendas y explica lo que cuenta el texto con tus palabras, subrayando las ideas principales.
Investigá sobre la megaminería y sus problemas y escribí una carta a un gobernante pidiéndole lo que sientas necesario sobre el tema.