ACTIVIDADES
- Buscá el significado de estas palabras:
Migrante – Refugiado – Inclusión – Integración – Ong – Dignidad – Derechos humanos
- Investigá y hacé una lista de los desastres climáticos de los últimos tiempos en el mundo.
- Escribí los derechos humanos que pierden los migrantes.
- ¿Hay inmigrantes que llegaron en estos últimos años a tu pueblo, ciudad o localidad? ¿Sabés de dónde y por qué migraron a nuestro país? ¿Alguno de ellos va con vos a la Escuela? ¿Se siente integrado? ¿Sabés cómo se siente? Conversen en familia o en grupo. Si pueden, háganlos parte para que ellos también cuenten sus historias y expresen cómo se sienten.
- Leé con tu familia o maestra/maestro el siguiente texto, escribí con tus palabras cuál es su mensaje y qué relación tiene con el título de esta noticia: Hacia un “nosotros” cada vez más grande.
“«Pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación egoísta. Ojalá que al final ya no estén “los otros”, sino sólo un ‘nosotros’» (Fratelli tutti 35).
La historia de la salvación ve, por tanto, un nosotros al inicio y un nosotros al final, y en el centro, el misterio de Cristo, muerto y resucitado para «que todos sean uno» (Jn 17,21). El tiempo presente, sin embargo, nos muestra que el nosotros querido por Dios está roto y fragmentado, herido y desfigurado. Y esto tiene lugar especialmente en los momentos de mayor crisis, como ahora por la pandemia. Los nacionalismos cerrados y agresivos (cf. Fratelli tutti, 11) y el individualismo radical (cf. 105) resquebrajan o dividen el nosotros, tanto en el mundo como dentro de la Iglesia. Y el precio más elevado lo pagan quienes más fácilmente pueden convertirse en los otros: los extranjeros, los migrantes, los marginados, que habitan las periferias existenciales.
En realidad, todos estamos en la misma barca y estamos llamados a comprometernos para que no haya más muros que nos separen, que no haya más otros, sino sólo un nosotros, grande como toda la humanidad. Por eso, aprovecho la ocasión de esta Jornada para hacer un doble llamamiento a caminar juntos hacia un nosotros cada vez más grande, dirigiéndome ante todo a los fieles católicos y luego a todos los hombres y mujeres del mundo.
…la catolicidad de la Iglesia, su universalidad, es una realidad que pide ser acogida y vivida en cada época, según la voluntad y la gracia del Señor que nos prometió estar siempre con nosotros, hasta el final de los tiempos (cf. Mt 28,20). Su Espíritu nos hace capaces de abrazar a todos para crear comunión en la diversidad, armonizando las diferencias sin nunca imponer una uniformidad que despersonaliza. En el encuentro con la diversidad de los extranjeros, de los migrantes, de los refugiados y en el diálogo intercultural que puede surgir, se nos da la oportunidad de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente.
Hoy la Iglesia está llamada a salir a las calles de las periferias existenciales para curar a quien está herido y buscar a quien está perdido, sin prejuicios o miedos, sin proselitismo, pero dispuesta a ensanchar el espacio de su tienda para acoger a todos...”(Mensaje del papa Francisco
para la 107ª Jornada mundial del migrante y del refugiado 2021)
- Piensen en grupo qué acciones concretas podrían realizar a favor de un migrante, o una familia migrante, que conozcan, para ayudarlos.
- Hagan entre todos una lámina mural con imágenes y frases para ayudar a otros a tomar conciencia de las necesidades de los migrantes, especialmente niñas y niños.
ORACION
Recen todos juntos
Padre santo y amado,
tu Hijo Jesús nos enseñó
que hay una gran alegría en el cielo
cuando alguien que estaba perdido
es encontrado,
cuando alguien que había sido excluido,
rechazado o descartado,
es acogido de nuevo en nuestro nosotros,
que se vuelve así cada vez más grande.
Te rogamos que concedas a todos los discípulos de Jesús
y a todas las personas de buena voluntad
la gracia de cumplir tu voluntad en el mundo.
Bendice cada gesto de acogida y de asistencia
que sitúa nuevamente a quien está en el exilio
en el nosotros de la comunidad y de la Iglesia,
para que nuestra Tierra pueda ser,
tal y como tú la creaste,
la Casa común de todos los hermanos y hermanas.
Amén.